Trazos curvos y colores ensimismados componen lienzos sensuales que trasmiten lo abstracto y lo humano en una misma concentración del espacio.
Ojos profundos, miradas lejanas, pasiones, tristezas y labios que se desean, son algunos de los pequeños grandes hallazgos de la artista que nos invita a mirar lo que ella siente a través de su mano joven y sensible al arte.
Los colores fuertes acercan vivencias y dan fogosidad a la obra, y al mismo tiempo los detalles de líneas precisas le aportan calidez haciendo de cada trabajo, una imagen amigable y cercana.
Sobre su visión del arte y su devoción por la pintura, hablamos con Lía Dos Reis.
Miguel Villarreal, Crítico de Arte.